Frederick S. Barrett, Manoj K. Doss, Nathan D. Sepeda, James J. Pekar & Roland R. Griffiths
La psilocibina es un compuesto psicodélico clásico que puede tener eficacia para el tratamiento del estado de ánimo y trastornos por uso de sustancias. Los efectos agudos de la psilocibina incluyen un estado de ánimo negativo reducido, un estado de ánimo positivo aumentado y una respuesta reducida de la amígdala a los estímulos afectivos negativos. Sin embargo, ningún estudio ha investigado el impacto duradero a largo plazo de la psilocibina en el afecto negativo y la función cerebral asociada. Doce voluntarios sanos (7F/5M) completaron un estudio piloto abierto que incluyó evaluaciones 1 día antes, 1 semana después y 1 mes después de recibir una dosis de psilocibina de 25 mg/70 kg para probar la hipótesis de que la administración de psilocibina conduce a cambios duraderos en el afecto y los correlatos neurales de afecto Una semana después de la psilocibina, afecto negativo y respuesta de la amígdala a estímulos de afecto facial se redujeron, mientras que el afecto positivo y las respuestas de la corteza prefrontal lateral dorsal y orbitofrontal medial a los estímulos emocionalmente conflictivos aumentaron. Un mes después de la psilocibina, la respuesta afectiva negativa y de la amígdala a los estímulos afectivos faciales volvió a los niveles iniciales, mientras que el afecto positivo permaneció elevado y la ansiedad rasgo se redujo. Finalmente, la cantidad de conexiones funcionales significativas en estado de reposo en todo el cerebro aumentó desde el inicio hasta 1 semana y 1 mes después de la psilocibina. Estos hallazgos preliminares sugieren que la psilocibina puede aumentar la plasticidad emocional y cerebral, y los hallazgos informados respaldan la hipótesis de que el afecto negativo puede ser un objetivo terapéutico para la psilocibina.
Los estudios sugieren que la psilocibina, una droga psicodélica clásica (agonista parcial del receptor de serotonina 2A o 5-HT2A), puede ser eficaz para el tratamiento de la depresión y la ansiedad1–3, el trastorno por consumo de tabaco4,5 y el trastorno por consumo de alcohol6,7. Se ha demostrado que la reducción de los síntomas clínicos dura hasta 3, 6 y 12 meses después de 1 a 3 administraciones de psilocibina. A pesar de estos avances prometedores, los mecanismos neuronales y psicológicos que subyacen a los efectos terapéuticos duraderos de las drogas psicodélicas no se comprenden bien. Dos objetivos transdiagnósticos posiblemente interactivos que pueden verse afectados por la psilocibina son el afecto negativo y la plasticidad de la red cerebral.
Resultados:
La psilocibina redujo el afecto negativo y aumentó el afecto positivo.
La psilocibina condujo a cambios en la respuesta neuronal a los estímulos afectivos.
La psilocibina aumentó la respuesta neuronal a la información emocional conflictiva en la toma de decisiones.
La psilocibina aumenta la conectividad funcional en estado de reposo a través de las redes cerebrales.
Conclusiones:
El informe actual proporciona evidencia preliminar de que la administración de psilocibina puede provocar cambios en el afecto y los correlatos neuronales del procesamiento afectivo que perduran más allá de los efectos agudos de las drogas. Dentro de una taxonomía dimensional o basada en el dominio de la función y la patología del cerebro, los hallazgos informados son consistentes con un proceso transdiagnóstico que puede ser la base de los trastornos del estado de ánimo y del uso de sustancias. La reducción del afecto negativo puede socavar los procesos de rumiación que contribuyen al desarrollo y mantenimiento de los trastornos del estado de ánimo, y estos efectos son consistentes con los cambios psicológicos y neurales que podrían acompañar a los efectos antidepresivos de la psilocibina. La interrupción de los componentes negativos del ansia y la abstinencia puede socavar el desarrollo y el mantenimiento de los trastornos por consumo de sustancias, en consonancia con los cambios psicológicos y clínicos observados en pacientes con trastornos por consumo de tabaco y alcohol. Los hallazgos informados también pueden explicar los cambios positivos a largo plazo en el estado de ánimo, la actitud y el bienestar que se han informado en individuos sanos88,89.
Si bien tanto el afecto negativo como la respuesta cerebral a los estímulos afectivos se redujeron 1 semana después de la psilocibina, se recuperaron en el punto de tiempo de 1 mes, lo que sugiere que la psilocibina puede haber iniciado un proceso dinámico y neuroplástico que se mantuvo durante al menos varias semanas. Es posible que tal período neuroplástico pueda permitir un cambio más duradero hacia un estado afectivo positivo. El aumento observado en la fuerza de la conectividad funcional indiscriminadamente entre redes puede reflejar un proceso de plasticidad cortical general de dominio que respalda los cambios observados en el procesamiento afectivo, de acuerdo con la evidencia preclínica de las propiedades psicoplastogénicas de las drogas psicodélicas45,90. En general, los hallazgos actuales identifican el afecto negativo como un objetivo terapéutico potencial de la psilocibina.
Barrett, F. S., Doss, M. K., Sepeda, N. D., Pekar, J. J., & Griffiths, R. R. (2020). Emotions and brain function are altered up to one month after a single high dose of psilocybin. Scientific Reports, 10(1). https://doi.org/10.1038/s41598
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